6/12/11

Alzando la voz (01)


Revisando mis documentos personales me encontré esto que ya había escrito hace un tiempo atrás y me pareció bueno compartirlo. Las ideas están poco conectadas las unas con las otras, pero preferí dejarlo así:

Botemos las barreras, las fronteras. Dejemos de dividir todo en partes para dar gusto al impulso obsesivo de poseer algo. El mundo es uno, al igual que la humanidad.

Dejemos el nacionalismo, pertenecemos a un país porque quedó en la aleatoriedad dónde íbamos a nacer, no debemos sentir orgullo por un pedazo de tierra al que dicen que pertenecemos. Lo mismo va para las religiones, entiendan que son creyentes de un movimiento religioso por el único hecho de que nacieron en una región donde se predica, en caso contrario pertenecieran a otro. No lleguemos al fanatismo de creerlo todo sin siquiera considerar su fin o motivo.

La tierra no es nuestra, está con nosotros y sacamos beneficios de ella, pero en ningún momento podemos apoderarnos y decir que nos pertenece, ya que no somos la única especie viviente sobre ella. A como dice el grupo Bersuit Vergarabat en una de sus canciones a la madre tierra: “fue por tenerte regalada el creer que no vales nada”.

Así que gente, por favor paremos un poco a pensar y no nos dejemos llevar por la cotidianidad. No hagamos las opiniones de otros nuestras, nosotros somos capaces de tener una propia.