Hace ya muchos años tuve la idea de escribir sobre algo
parecido a esto, pero ninguna idea brotaba, pues no tenía experiencias
parecidas. Luego el destino me llevó a tener varios encuentros furtivos que hoy
atesoro con gran aprecio pues fueron nuevas experiencias que dieron un nuevo
matiz a mi vida. Esto se ha repetido en varias ocasiones hasta la actualidad,
dejándome así una enriquecedora cama de inspiración que hoy uso para escribir
esto. Y pues sí, de vez en cuando me gusta jugar de poeta, así que no se sorprendan. Espero que mi inspiración toque la de ustedes.
Sin comienzo ni final
La casualidad te trajo a mí en una noche de
bar
y en medio de un tumulto te conocí.
te dije: hola, qué tal
tu dijiste: ¿no tienes algo mejor que
decir?
La noche se prestaba para volar,
ninguno de los dos tenía ataduras.
Tú querías una noche de bar,
yo quería quitarme del corazón las suturas
Hay cosas que en este mundo no cambian,
un falso Romeo tras una descarada Julieta.
Siguiendo los dos una fantasía,
con ganas de jugarle al amor una treta
El tiempo dio rumbo al destino,
que nos preparaba un futuro bañado en
sudor.
Yo no quería tu mano,
tu no buscabas amor.
No estabas en mi futuro lejano,
tampoco en mi corazón,
solo hacía un intento por esta noche
besuquearte,
solo quería con tu cuerpo escribir esta
canción
La casualidad me trajo esta noche tus ganas
para juntar tus labios con los míos,
para unirnos en una quimera de cama,
donde al terminar los dos salimos vencidos.
Y como todo lo bueno acaba,
el sol salió para levantar al reloj.
Tu abandonaste mi almohada
y cuenta la historia que una noche los dos
abandonamos al amor
Por J. Montoya
No hay comentarios.:
Publicar un comentario